Elena Lorac es una joven dominicana cuyos padres son haitianos. Por la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional de la República Dominicana en 2013, se encontró sin su cédula de identidad y, por lo tanto, sin poder ejercer sus derechos.
Desde septiembre de 2013, muchas personas dominicanas perdieron su nacionalidad por ser descendientes de inmigrantes indocumentados nacidos en territorio dominicano a partir de 1929. Este mandato del Tribunal Constitucional de República Dominicana afectó a casi 250.000 personas, en su mayoría de ascendencia haitiana, que pasaron a convertirse en apátridas. Sin cédula de identidad no pueden ejercer derechos fundamentales como estudiar, firmar un contrato de trabajo, acceder a servicios sanitarios o casarse.
Además, ha provocado una polarización de la sociedad generando una gran brecha social.
ENTRECULTURAS se sumó desde el principio a “Dominican@s por Derecho“ y “Reconoci.do”, dos plataformas formadas por organizaciones y personas a nivel internacional que reivindican los derechos de tantas personas que, como Elena, se vieron privados de sus derechos fundamentales.
A pesar de los avances logrados gracias a la presión internacional recibida, la Junta Central Electoral de la República Dominicana mantiene en el limbo jurídico a miles dominicanos y dominicanas y sus descendientes, bloqueando sus documentos de identidad.
Desde ENTRECULTURAS, seguimos trabajando para presionar a las autoridades dominicanas a favor de este colectivo. Seguiremos apoyando a nuestras contrapartes en República Dominicana (como el Centro Bono y otras obras sociales de la Compañía de Jesús) para luchar contra esta violación de los Derechos Humanos de tantos dominicanos y dominicanas.
Estamos convencidos de que la educación es la herramienta más potente para combatir la pobreza y la desigualdad. Es fundamental para construir un mundo más justo, un futuro de esperanza. Con tu donación hacemos posible que miles de niños y niñas puedan ir al colegio y ser agentes de transformación en sus comunidades.
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