CAROLINE, 15 años, ha sido refugiada víctima del conflicto en Sur Sudán. Se esfuerza cada día en sus estudios y se ha convertido en la mejor estudiante de su escuela de secundaria. A pesar de las dificultades, anima al resto de sus compañeras a que, como ella, trabajen para construir un futuro mejor.
Estamos convencidos de que la educación es la herramienta más potente para combatir la pobreza y la desigualdad. Es fundamental para construir un mundo más justo, un futuro de esperanza. Con tu donación hacemos posible que miles de niños y niñas puedan ir al colegio y ser agentes de transformación en sus comunidades.
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